miércoles, junio 1

Suicidio

¿Que cuál es mi historia? Mira, yo me suicidé. Clásico que porque mi novio me cortó.
Pero eso no fue lo que me dolió más. Fue que me dijera… que me tachara de zorra, aunque usó palabras más feas. Nomás porque besé a su amigo del alma, según él. ¡Si casi ni se hablaban!
Y me recordó también cuando lo de Luis. Y lo de Paquito. No, no me mires así: todos cometemos errores, ¿no?
El caso es que mi Lalito adorado no sólo me terminó, además me humilló. ¡Y en público! O sea, goei, delante de toda la escuela y sus amigotes. Y de la b-i-t-c-h de Rauqel. Me quise morir. Literal.
Así que eso hice: me suicidé. Le escribí un mail de despedida diciéndole que, a pesar de cómo me lastimó, lo seguía amando y mi corazón roto en mil cachitos no podía vivir sin él. A mis papás les dejé una carta pidiéndoles perdón. También dejé una nota, como se hace en las películas; ya sabes, todo el rollo ese de no se culpe a nadie, etecé.
Y salté por la ventana. Seis pisos. Como es evidente, no me morí. ¡Qué oso! Ni eso puedo hacer bien. Pero, al menos, tengo muchos huesos rotos que presumir. Y Lalo me vino a ver al hospital. Ya volvimos…

1 comentario:

Mónica Moreno (MONIRIOS2) dijo...

Y lo más triste es que sucede en la vida real, niñas con tan poca autoestima :(....Bien!! como siempre.